SONETO GONGORINO EN EL QUE EL POETA MANDA A SU AMOR UNA PALOMA
Este pichón del Turia que te mando,
de dulces ojos y de blanca pluma,
sobre laurel de Grecia vierte y suma
llama lenta de amor do estoy parando.
Su cándida virtud, su cuello blando,
en limo doble de caliente espuma,
con un temblor de escarcha, perla y bruma
la ausencia de tu boca está marcando.
Pasa la mano sobre su blancura
y verás qué nevada melodía
esparce en copos sobre tu hermosura.
Así mi corazón de noche y día,
preso en la cárcel del amor oscura,
llora sin verte su melancolía.
Autor: Federico García Lorca
Para la pesada de MÁngeles, como peaje para que me deje entrar en su blog…
Uff con un poema de Lorca tienes peaje para un año por lo menos...bueno pensándolo mejor, y dado el desprecio al capitalismo de mi amado García Lorca....entrada pagada para siempre.
ResponderEliminarBesos de domingo.
MÁngeles,
ResponderEliminarjejejeje...