domingo, 28 de septiembre de 2008

No te salves - Mario Benedetti

(El camino, Godofredo Ortega Muñoz, 1977)


NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Autor: Mario Benedetti

miércoles, 13 de agosto de 2008

Cerrado por vacaciones

(Vincent Van Gogh, La siesta, 1889-90)

viernes, 25 de julio de 2008

Incitación - Mario Benedetti

(Yuriyasu Masuda, Pasado, Presente y Futuro, 1994-1995)


INCITACIÓN

En el muro quedaron los tatuajes del juego,
el tiempo me conmina pero no me doblego,
siento a pesar de todo brutal desasosiego
y el código de agobios lo dejo para luego.

Antes de que el crepúsculo en noche se convierta,
y se duerma la calle y se entorne la puerta
a solas con mi pobre madurez inexperta,
quiero que mi demanda se encuentre con tu oferta.

No es bueno que la astucia me busque a la deriva
como si el amor fuera sólo una tentativa
y ya que ahora asombras a mi alma votiva,
confío en que asombrado tu cuerpo me reciba.

Nos consta que el presente es breve y es impuro,
pero cuando los torsos celebren su conjuro
y llamen nuestros ojos cual brasas en lo oscuro,
sólo entonces sabremos cómo será el futuro.

Aspiro a que tu suerte de nuevo me rescate
del frío y de la sombra..... del tedio y el combate,
la gloria nos espera sola en su escaparate
mientras tú y yo probamos la sal y el disparate.

Sola en su desafío nos espera la gloria
y con su habilidad veterana y suasoria
entre nosotros borra la línea divisoria
y nuestros pies se buscan para empezar la historia.

Autor: Mario Benedetti

martes, 15 de julio de 2008

Nueva tesis feminista - Gioconda Belli

(Montserrat Gudiol, Pareja, 1972)


NUEVA TESIS FEMINISTA

¿Cómo decirte
Hombre
que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-"témeles, yo le tiemblo"
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aún no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.


Autor: Gioconda Belli

martes, 8 de julio de 2008

Tú duermes, ya lo sé... - Julia Prilutzky

(Pablo Ruíz Picasso, Hombre dormido y mujer sentada, 1943)


TÚ DUERMES, YA LO SÉ...

Tú duermes, ya lo sé.
Te estoy velando.
No importa que estés lejos,
que no escuche
tu cadencia en la sombra;
no importa que no pueda
pasar mi mano sobre tu cabeza,
tus sienes y tus hombros.

Yo estoy velando, siempre.
No importa que no pueda acurrucarme
para que tú me envuelvas sin saberlo,
para que tú me abraces sin sentirlo,
para que me retengas
mientras yo tiemblo y digo simplemente
palabras que no escuchas.
Yo puedo estar tan lejos
pero sigo velando cuando duermes.



Autor: Julia Prilutzky

viernes, 4 de julio de 2008

Hamlet (Acto III, Escena IV) - William Shakespeare

(Esteban Tranche, Hamlet, 1993)



To be, or not to be: that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them? To die: to sleep;
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache and the thousand natural shocks
That flesh is heir to, 'tis a consummation
Devoutly to be wish'd. To die, to sleep;
To sleep: perchance to dream: ay, there's the rub;
For in that sleep of death what dreams may come
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause: there's the respect
That makes calamity of so long life;
For who would bear the whips and scorns of time,
The oppressor's wrong, the proud man's contumely,
The pangs of despised love, the law's delay,
The insolence of office and the spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscover'd country from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all;
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o'er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pith and moment
With this regard their currents turn awry,
And lose the name of action. —Soft you now!
The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons
Be all my sins remember'd.

Existir o no existir, ésta es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?... Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir... y tal vez soñar. Sí, y ved aquí el grande obstáculo, porque el considerar que sueños podrán ocurrir en el silencio del sepulcro, cuando hayamos abandonado este despojo mortal, es razón harto poderosa para detenernos. Esta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga. ¿Quién, si esto no fuese, aguantaría la lentitud de los tribunales, la insolencia de los empleados, las tropelías que recibe pacífico el mérito de los hombres más indignos, las angustias de un mal pagado amor, las injurias y quebrantos de la edad, la violencia de los tiranos, el desprecio de los soberbios? Cuando el que esto sufre, pudiera procurar su quietud con sólo un puñal. ¿Quién podría tolerar tanta opresión, sudando, gimiendo bajo el peso de una vida molesta si no fuese que el temor de que existe alguna cosa más allá de la Muerte (aquel país desconocido de cuyos límites ningún caminante torna) nos embaraza en dudas y nos hace sufrir los males que nos cercan; antes que ir a buscar otros de que no tenemos seguro conocimiento? Esta previsión nos hace a todos cobardes, así la natural tintura del valor se debilita con los barnices pálidos de la prudencia, las empresas de mayor importancia por esta sola consideración mudan camino, no se ejecutan y se reducen a designios vanos. Pero... ¡la hermosa Ofelia! Graciosa niña, espero que mis defectos no serán olvidados en tus oraciones.

William Shakespeare, Hamlet, Acto III, Escena IV (según la edición digital publicada en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)

domingo, 29 de junio de 2008

Dientes de flores, cofia de rocío... - Alfonsina Storni

(Giorgio de Chirico, Joven dormida, 1947)



DIENTES DE FLORES, COFIA DE ROCÍO…

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara en la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola; oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.

Autor: Alfonsina Storni

Éste es, por lo que parece, el último poema que Alfonsina Storni escribió antes de suicidarse.

sábado, 28 de junio de 2008

Ofelia - Arthur Rimbaud

(John Everett Millais, Ophelia, 1851-1852)


OFELIA

I
En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lirio,
flota tan lentamente, recostada en sus velos...
cuando tocan a muerte en el bosque lejano.

Hace ya miles de años que la pálida Ofelia
pasa, fantasma blanco por el gran río negro;
más de mil años ya que su suave locura
murmura su tonada en el aire nocturno.

El viento, cual corola, sus senos acaricia
y despliega, acunado, su velamen azul;
los sauces temblorosos lloran contra sus hombros
y por su frente en sueños, la espadaña se pliega.

Los rizados nenúfares suspiran a su lado,
mientras ella despierta, en el dormido aliso,
un nido del que surge un mínimo temblor...
y un canto, en oros, cae del cielo misterioso.

II
¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,
muerta cuando eras niña, llevada por el río!
Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad.

Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,
en tu mente traspuesta metió voces extrañas;
y es que tu corazón escuchaba el lamento
de la Naturaleza –son de árboles y noches.

Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo
rompió tu corazón manso y tierno de niña;
y es que un día de abril, un bello infante pálido,
un loco miserioso, a tus pies se sentó.

Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! .
Te fundías en él como nieve en el fuego;
tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.
–Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.

III
Y el poeta nos dice que en la noche estrellada
vienes a recoger las flores que cortaste ,
y que ha visto en el agua, recostada en sus velos,
a la cándida Ofelia flotar, como un gran lis.

Autor: Arthur Rimbaud

jueves, 26 de junio de 2008

A solas soy alguien - Gabriel Celaya

(Vincent Vang Gogh, La habitación de Vincent en Arles, 1888)

A SOLAS SOY ALGUIEN

A solas soy alguien.
En la calle, nadie.

A solas medito,
siento que me crezco.
Le hablo a Dios. Responde
cóncavo el silencio.
Pero aguanta siempre,
firme frente al hueco,
este su seguro
servidor sin miedo.

A solas soy alguien,
valgo lo que valgo.
En la calle, nadie
vale lo que vale.

En la calle reinan
timbres, truenos, trenes
de anuncios y focos,
de absurdos papeles.
Pasan gabardinas
pasan hombres "ene".
Todos son hombres como uno,
pobres diablos: gente.

En la calle, nadie
vale lo que vale,
pero a solas, todos
resultamos alguien.

A solas existo,
a solas me siento,
a solas parezco
rico de secretos.
En la calle, todos
me hacen más pequeño
y al sumarme a ellos,
la suma da cero.

A solas soy alguien,
valgo lo que valgo.
En la calle, nadie
vale lo que vale.

A solas soy alguien,
entiendo a los otros.
Lo que existe fuera,
dentro de mi doblo.
En la calle, todos
nos sentimos solos,
nos sentimos nadie,
nos sentimos locos.

A solas soy alguien.
En la calle, nadie.
Autor: Gabriel Celaya

miércoles, 18 de junio de 2008

El albatros - Charles Baudelaire

(Gloria Torner, Gaviota, 1999)


EL ALBATROS

A veces, por divertirse, los hombres de la tripulación
capturan albatros, grandes pájaros del mar,
que siguen, indolentes compañeros de viaje,
al barco que se desliza sobre abismos amargos.

Apenas los han situado en cubierta,
esos reyes del éter, torpes y avergonzados,
dejan piadosamente sus grandes alas blancas
como remos colgar de sus flancos.

¡El gran viajero alado, ahora tontón y apático!
¡Él, tan hermoso antes, ahora cómico y feo!
¡Uno irrita su pico con la pipa encendida,
y el otro, renqueando, imita al volador que anda!

El poeta es similar a ese príncipe de las nubes
que ríe de la tempestad y ríe del arquero;
exilado en la tierra entre burdos silbidos
sus alas de gigante le estorban en el suelo.

Autor: Charles Baudelaire
Traducción: Luís Antonio de Villena


Hace algún tiempo di mi palabra de que cuando publicará un poema de Baudelaire o de Rimbaud en este “recull” personal, se lo dedicaría a una persona. Ahora esta persona, alguien que me ha hecho pasar momentos muy gratos leyéndole en su blog, decide partir, no sé si será definitiva o temporalmente; sea como sea, aunque nuestros caminos se separen, él ya siempre tendrá un lugar en mi corazoncito, por eso quiero que mi “hasta luego” vaya acompañado del poema de uno de los autores que él, amablemente, me sugirió.

Va por usted, Calimatias, ha sido un placer leerle… y reflexionar… y aprender… y reír… y llorar… y un placer conocer a Aníbal y al hombre que no tiene nombre. Gracias por todo ello.

¡HASTA LUEGO!

lunes, 16 de junio de 2008

De vegades és necessari i forçós... - Salvador Espriu

(René Magritte, On the Threshold of Liberty, 1930)


DE VEGADES ÉS NECESSARI I FORÇÓS...

De vegades és necessari i forçós
que un home mori per un poble,
però mai no ha de morir tot un poble
per un home sol:
recorda sempre això, Sepharad.
Fes que siguin segurs els ponts del diàleg
i mira de compendre i estimar
les raons i les parles diverses dels teus fills.
Que la pluja caigui a poc a poc en els sembrats
i l'aire passi com una estesa mà
suau i molt benigna damunt els amples camps.
Que Sepharad visqui eternament
en l'ordre i en la pau, en el treball,
en la difícil i merescuda
llibretat.

Autor: Salvador Espriu


A VECES ES NECESARIO Y FORZOSO

A veces es necesario y forzoso
que un hombre muera por un pueblo,
pero jamás ha de morir todo un pueblo
por un hombre solo:
recuerda siempre esto, Sepharad.
Haz que sean seguros los puentes del diálogo
y trata de comprender y de estimar
las diversas razones y hablas de tus hijos.
Que la lluvia caiga poco a poco en los sembrados
y el aire pase como una mano extendida,
suave y muy benigna sobre los anchos campos.
Que Sepharad viva eternamente
en el orden y en la paz, en el trabajo,
en la difícil y merecida
libertad.

Traducción: José Agustín Goytisolo

sábado, 14 de junio de 2008

XXI - Alberto Caeiro

(Júlio Pomar, Triple Retrato de Fernando Pessoa, 1982)

XXI

SI YO PUDIERA morder toda la tierra
Y sentirle un sabor,
Sería más feliz por un momento...
Mas yo no siempre quiero ser feliz
Hay que ser de vez en cuando infeliz
Para poder ser natural...

No todos los días son de sol,
Y la lluvia, cuando falta mucho, se ruega.
Por eso tomo la infelicidad no la felicidad
Naturalmente, como quien no se extraña
Que haya montañas y llanuras
Y que haya rocas y yerbas.

Lo que se necesita es ser tranquilo y natural
En la felicidad o la infelicidad,
Sentir como quien mira,
Pensar como quien anda,
Y cuando se va a morir, acordarse de que el día muere,
Y que el poniente es bello y es bella la noche que queda..
Así es y que así sea...


Autor: Alberto Caeiro (Heterónimo de Fernando Pessoa)

viernes, 13 de junio de 2008

Nuevos poetas: YBRIS

(Marc Chagall, Lovers with Flowers, 1927)


LO QUE SOMOS

Después de mucho tiempo lo vamos comprendiendo:
te amé y me amaste cuando eran nuestros cuerpos
dechado de belleza y hablábamos las lenguas
de la entrega, el ardor, la comprensión
y el ansia de las manos mirando hacia lo lejos.
Pero es ahora cuando al fin ya somos
tan sólo lo que somos:
que me huele el aliento y ronco,
que se te notan las bolsas en los ojos
y se te caen las tetas más de lo que creía,
que me dejo la tapa del inodoro arriba
o te dejas mojadas las toallas
antes de que me duche
o me duermo en el acto
(a más de antes del acto o tras el acto)
y a ti te duele siempre la cabeza...
Ahora, cuando somos todo esto
y envidiamos los cuerpos de los héroes
y la altura infinita de los dioses,
es cuando más nos queremos:
cuando el amor discute al tiempo
la gloria de su paso o su derrota.


Autor: YBRIS

jueves, 12 de junio de 2008

No quisiera que lloviera - Cristina Peri Rossi

(Gustave Caillebotte, Paris Street-Rainy Wather, 1877)


NO QUISIERA QUE LLOVIERA

No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad.
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.

Autor: Cristina Peri Rossi
"Diáspora" 1976

martes, 10 de junio de 2008

Tarde en el hospital - Carlos Pezoa Véliz

(Frida Kahlo, Henry Ford Hospital, 1932)




TARDE EN EL HOSPITAL

Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
con el agua cae angustia:
llueve

Y pues solo en amplia pieza,
yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.

Pero el agua ha lloriqueado
junto a mí, cansada, leve;
despierto sobresaltado:
llueve

Entonces, muerto de angustia
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.


Autor: Carlos Pezoa Véliz



domingo, 8 de junio de 2008

El aburrimiento - Rafael Alberti

(Edward Hopper, Domingo, 1926)


EL ABURRIMIENTO

Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.

Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted aburrido.
Dígame, ¿adónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor; que vaya a las iglesias
con ese aburrimiento.

¿Que a los museos –dice—siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo… ¡Oooh!
He pisado una caca…
Acabo de pisar --¡Santo Dios!—una caca…
Dicen que trae suerte el pisar una caca…
Que trae mucha suerte el pisar una caca…
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte… la… la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muero de aburrimiento.
No hablo más…
Me morí.

Autor: Rafael Albertí

martes, 3 de junio de 2008

Dow Jones: a la baja - Charles Bukowski

(Salvador Dalí, El Banquero, 1971)


DOW JONES: A LA BAJA

¿cómo podemos aguantar?
¿cómo podemos hablar de las rosas
de Verlaine?
esta es una jauría hambrienta
a la que le gusta trabajar y contabilizar,
que se sabe las leyes especiales,
que le gusta sentarse en los parques
a pensar en cosas sin valor
aquí es donde el aire de las gaitas sopla
sobre acantilados de caliza
donde los rostros se vuelven locos como violetas quemadas
por el sol donde las escobas y las sogas y las antorchas fallan,
apretujando sombras...

donde los muros se derrumban “en masse”
mañana los banqueros pondrán el reloj en hora
para cerrar las puertas contra nuestra marea
y perjudicar las aguas;
estrellándose, estrellándose contra el tiempo,
recuerda ahora que
las flores se están abriendo al viento
y al fin y al cabo no importa
excepto por una punzada en la nuca
cuando de vuelta en nuestra ancha tierra
muertos otra vez
caminemos entre los muertos.



Autor: Charles Bukowski

lunes, 2 de junio de 2008

A un olmo seco - Antonio Machado

(Georgia O'Keeffe, Arbol muerto con colina rosa, 1945)


A UN OLMO SECO

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Autor: Antonio Machado

domingo, 1 de junio de 2008

Llueve en mi corazón - Paul Verlaine

(José Alfonso Morera Ortiz, Lluvia, 1992)


LLUEVE EN MI CORAZÓN

Llueve nuevamente sobre la ciudad
ARTHUR RIMBAUD

Llueve en mi corazón
como llueve en la ciudad.
¿qué languidez es ésta
que entra en mi corazón?

¡Suave rumor de lluvia
sobre suelo y tejado!
Para un corazón que se aburre.
¡oh el cantar de la lluvia!

Llueve sin razón
en este corazón desanimado.
¿Qué? ¿No ocurrió nada?
No hay razón de estar triste.

¡Es una pena pues
no saber el porqué
sin odio y sin amor,
mi corazón tanto pena!

Autor: Paul Verlaine


Hace poco tiempo pedía por aquí las lluvias para Catalunya, hoy, en cambio, después de tener uno de los meses de mayo más lluviosos de los últimos 100 años, las inundaciones están afectando al País Vasco...

sábado, 31 de mayo de 2008

El idioma castellano - Pablo Parellada

(Albert Rafols Casamada, Abecedario, 1997)


Regreso de mi ausencia temporal y de mi extravío y. después de darme un paseo por los blogs de mis vecinos, observo que muchos de ellos han decidido sumarse a la iniciativa a favor de escribir correctamente en los Blogs, eso me ha hecho pensar en este poema que, con mucho sentido del humor, da un repaso a las dificultades idiomáticas del castellano.


EL IDIOMA CASTELLANO

Señores un servidor:
Pedro Pérez Baticola,
cual la Academia Española,
«limpia, fija y da esplendor».

Pero yo lo hago mejor;
y no son ganas de hablar,
pues les voy a demostrar
que es preciso meter mano
al idioma castellano
donde hay mucho que arreglar.

¿Me quieren decir por qué,
en tamaño y en esencia,
hay esa gran diferencia
entre un buque y un buqué?

¿Por el acento? Pues yo,
por esa insignificancia,
no concibo la distancia
de un presidio a presidió.

Ni de tomas a Tomás,
de un paleto a paletó
ni de topo a que topó
ni de colas a Colás.

Mas dejemos el acento
que convierte, como ves,
las ingles en un inglés
y vamos con otro cuento.

¿A ustedes no les asombra
que diciendo chico y chica,
majo y maja, rico y rica
no digamos hombre y hombra?

Y la frase tan oída
del marido y la mujer
¿por qué no tiene que ser
el marido y la marida?

El sexo a hablar nos obliga
a cada cual como digo;
si es hombre, me voy contigo;
si es mujer, me voy contiga.

¿Por qué llamamos tortero
al que elabora una torta
y al sastre que ternos corta
no le llamamos ternero?

Como tampoco imagino
ni el diccionario me explica
por qué al que gorros fabrica
no se le llama gorrino.

¿Por qué las Josefas son
por Pepitas conocidas,
como si fueran salidas
de las tripas de un melón?

¿Por qué el de Cuenca no es cuenco,
bodoque el que va de boda,
y al que los árboles poda
no se le llama podenco?

Cometa está mal escrito
y por eso no me peta;
¿hay en el cielo un cometa
que cometa algún delito?

Y no habrá quien no conciba
que llamarle firmamento
al cielo, es un esperpento;
¿quién va a firmar allá arriba?

¿Y es posible que persona
alguna acepte el criterio
de que llamen monasterio
donde no hay ninguna mona?

De igual manera me quejo
al ver que un libro es un tomo;
será un tomo si lo tomo
y si no lo tomo, un dejo.

De largo sacan largueza
en lugar de larguedad;
y de corto, cortedad,
en vez de sacar corteza.

Si el que bebe es bebedor,
el sitio es el bebedero,
y hay que llamar comedero
a lo que hoy es comedor.

Comedor será quien coma,
como es bebedor quien bebe:
y de esta manera debe
modificarse el idioma.

¿Y vuestra vista no mira
lo mismo que yo lo miro,
que quien descerreja un tiro
dispara, pero no tira?

Este verbo y más de mil
en nuestro idioma es un barro;
tira el que tira del carro,
no quien dispara un fusil.

Si se le llama mirón
al que está mirando mucho,
cuando ladre mucho un chucho,
hay que llamarle ladrón;

porque la sílaba –on
indica aumento, y extraño
que a un ramo de gran tamaño
no se le llame Ramón.

Y, por la misma razón,
si los que estáis escuchando
un buen rato estáis pasando,
estáis pasando un ratón.

¿Y no es tremenda gansada
en los teatros que sea
denominada platea
lo que nunca platea nada?

De la cárcel al rector
se le llama carcelero;
luego a quien es director
de una prisión, ¡por favor!
Hay que llamar prisionero.

Ya basta para quedar
convencido el más profano
que el idioma castellano
tiene mucho que arreglar.

Aquí se acaba la historia.
Si ahora, para terminar,
unas palmadas me dan,
ustedes no extrañarán
que les llame palmatorias.

Autor: Pablo Parellada, ”Melitón González”

viernes, 9 de mayo de 2008

La gramática... - Fernando Pessoa


Campaña a favor de escribir con una correcta ortografía en los blogs.


Si quieres unirte a la campaña, visita la web http://escribesinfaltas.blogspot.com/, donde te facilitan el código html para que puedas incorporar el botón en tu blog.

La gramática
es más perfecta
que la vida.

La ortografía
es más importante
que la política.

La suerte de un pueblo
depende del estado
de su gramática.


Autor: Fernando Pessoa

Semana de la poesía en Barcelona

(Joaqin Sorolla, Las tres velas, 1903)

Barcelona celebra del 14 al 21 de mayo su semana de la poesía. Para más información:



Dentro de las actividades programadas, la xarxa de Biblioteques de Barcelona, ha preparado una serie de lecturas poéticas y actividades complementarias:

martes, 6 de mayo de 2008

Soy el destino - Vicente Aleixandre

(Willi Baumeister, Figuración, 1936)


SOY EL DESTINO

Sí, te he querido como nunca.

¿Por qué besar tus labios, si se sabe que la muerte está próxima
si se sabe que amar es sólo olvidar la vida,
cerrar los ojos a lo oscuro presente
para abrirlos a los radiantes límites de un cuerpo?

Yo no quiero leer en los libros una verdad que poco a poco sube como un agua,
renuncio a ese espejo que dondequiera las montañas oscurecen,
pelada roca donde se refleja mi frente
cruzada por unos pájaros cuyo sentido ignoro.

No quiero asomarme a los ríos donde los peces colorados con el rubor de vivir,
embisten a las orillas límites de su anhelo,
ríos de los que una veces inefables se alzan,
signos que no comprendo echado entre los juncos.

No quiero, no, renuncio a tragar ese polvo, esa tierra dolorosa, esa arena mordida,
esa seguridad de vivir con que la carne comulga
cuando comprende que el mundo y este cuerpo
ruedan como ese signo que el celeste ojo no entiende.

No quiero, no, clamar, alzar la lengua,
proyectarla como esa piedra que se estrella en la frente,
que quiebra los cristales de esos inmensos cielos
tras los que nadie escucha el rumor de la vida.

Quiero vivir, vivir, vivir como la yerba dura,
como el cierzo o la nieve, como el carbón vigilante,
como el futuro de un niño que todavía no nace,
como el contacto de los amantes cuando la luna los ignora.

Soy la música que bajo tantos cabellos
hace el mundo en su vuelo misterioso,
pájaro de inocencia que con sangre en las alas
va a morir en un pecho oprimido.

Soy el destino que convoca a todos los que aman
mar único al que vendrán todos los radios amantes
que buscan su centro, rizados por el círculo
que gira como la rosa rumorosa y total.

Soy el caballo que enciende su crin contra el pelado viento,
la gacela que teme al río indiferente,
el avasallador tigre que despuebla la selva,
el diminuto escarabajo que también brilla en el día.

Nadie puede ignorar la presencia del que vive,
del que en pie en medio de las flechas gritadas,
muestra su pecho transparente que no impide mirar,
que nunca será cristal a pesar de su claridad,
porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.


Autor: Vicente Aleixandre

lunes, 5 de mayo de 2008

Sonrisas - Evguéni Evtuchenko

(Leonardo da Vinci, La Gioconda, 1503-1506)


SONRISAS

Tenías un tiempo muchas sonrisas:
maliciosas, alegres, asombradas sonrisas,
un poco tristes a veces, pero sonrisas.

No te ha quedado una sola de aquellas sonrisas.
Buscaré un campo donde haya a millares sonrisas.
Te traeré una brazada de bellas sonrisas.

Pero tú me dirás que no necesitas sonrisas
porque estás muy cansada de todas las sonrisas.
Yo estoy cansado también de tantas sonrisas.

Yo estoy cansado también de mis propias sonrisas.
Yo me defiendo con muchas sonrisas
y me hacen más serio aún mis sonrisas.

Pero, en el fondo, no tengo sonrisas.
En mi vida tú eres la última sonrisa,
sonrisa en cuya cara no hay nunca sonrisas.


Autor: Evguéni Evtuchenko
De "Entre la ciudad sí y la ciudad no”

sábado, 3 de mayo de 2008

Caígo sobre unas manos - Antonio Gamoneda

(Marc Chagall, Maternidad, 1914)


CAÍGO SOBRE UNAS MANOS

Cuando no sabía
aún que yo vivía en unas manos,
ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.

Yo sentía que la noche era dulce
como una leche silenciosa. Y grande.
Mucho más grande que mi vida.
Madre:
era tus manos y la noche juntas.
Por eso aquella oscuridad me amaba.

No lo recuerdo pero está conmigo.
Donde yo existo más, en lo olvidado,
están las manos y la noche.
A veces,
cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra
y ya no puedo más y está vacío
el mundo, alguna vez, sube el olvido
aún al corazón.
Y me arrodillo
a respirar sobre tus manos.
Bajo
y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;
y tus manos son grandes; y la noche
viene otra vez, viene otra vez.
Descanso
de ser hombre, descanso de ser hombre.


Autor: Antonio Gamoneda.

viernes, 2 de mayo de 2008

Dánae - Juan José Domenchina

(Gustav Klimt, Dánae, 1907-08)



DÁNAE

Ya rosas, sí. Pasión en llama. Oler primicias
es júbilo. También el cuerpo, amanecido,
recién amanecido, nacido, es flor. Apenas
sabe su ayer. Ya vive su día y se deshoja
en pétalos fugaces de vanidad, gozoso.

Hondo solaz, o gloria perfecta: el sol me absorbe.
Ya soy lo que supuso mi ambición: elemento.
Elemento, latido de la luz, esto es, cántico.
La verdad que te colma, feliz: lluvia de oro.

Autor: Juan José Domenchina
(De Elegías Barrocas)

jueves, 1 de mayo de 2008

A una nariz - Francisco de Quevedo

(Diego Velázquez, Francisco de Quevedo, 1631-35)


A UNA NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto;
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.


Autor: Francisco de Quevedo


miércoles, 30 de abril de 2008

Una amiga ha estudiado... - Jorge Riechmann

(Fernand Léger-Los constructores, 1950)



Una amiga ha estudiado teología;
trabaja como empleada de banco.

Un conocido ha estudiado ingeniería de
telecomunicaciones;
trabaja como pastor de ovejas.

La novia de un amigo ha estudiado magisterio;
no encuentra trabajo.

Exceso de seres humanos
con exceso de saberes humanos
cuando las exigencias ob-je-ti-vas son en
realidad tan sencillas.
La mano invisible aprieta pero no ahoga.

Vivimos
como es sabido
en el mejor de los mundos posibles, y por ende
también en el más racional.

Autor: Jorge Riechmann


(Fernand Léger-Constructores con la cuerda, 1950)

martes, 29 de abril de 2008

Autopsicografía - Fernando Pessoa

(René Magritte, La condición humana, 1935)


AUTOPSICOGRAFÍA

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente
Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido
sino sólo el que no tienen.
Y así en la vida se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama corazón.

Autor: Fernando Pessoa

lunes, 28 de abril de 2008

Combat d'amor - Pere Gimferrer

(Modest Cuixart, Criptis, 1990)


COMBAT D’AMOR

Em té l’amor tan subjecte al seu regne
que ara la nit m’és congost o planura;
erm, el boscam, tot d’incerta tenebra.
Temo la mort que les passes m’atura.

Qui, de l’amor, sin penyals i congestes
de cert coneix, i les balmes? Obscura,
la nit s’afua. Rocalles esquerpes,
fosques cruïlles de llamps i malura.

En creu l’amor em tenia i em té.
Sóc vianant que la creu no conjura.
Reto homenatge, en paratge foscant,
al viu punyal que l’amor em procura.

Més foc al pit, més foc al pit, més foc
al pit! L’amor fa patir si fulgura?
I el cel no pot, de tants núvols, obrir
un diamant, fosc de neu i sutzura?

Al pit, joiell conquerit! Sóc cabdill.
Tota la nit és la meva armadura.
Negre com sóc, ni la nit em reté.
És fosc ivori la meva figura.

L’amor té signes i emblemes. La nit:
astres glaçats en heràldica pura.
Mou un navili l’alè de l’espai.
Blau, sóc l’abisme, i l’abisme m’endura.
Ha de ser negre aquest blau. I demà,
tot fosc d’abisme, com eina madura
-la lluna als pàmpols, de mort averany-
del fosc imperí d’amor també cura.



COMBATE DE AMOR

Me tiene el amor tan sujeto a su reino
que ahora la noche me es desfiladero o llanura;
yermo, el boscaje, de incierta tiniebla.
Temo la muerte que mi paso detiene.

¿Quién, del amor, los peñascos y ventisqueros
sabe de cierto, y las grutas? Oscura,
la noche irrumpe. Roquedas adustas,
negras encrucijadas de rayos y condenación.

En cruz el amor me tenía y me tiene.
Soy viandante que la cruz no conjura.
Rindo homenaje, en paraje sombrío,
Al vivo puñal que el amor me procura.

¡Más fuego en el pecho, más fuego en el pecho, más fuego
en el pecho! El amor ¿hace sufrir si fulgura?
Y el cielo ¿no puede, entre tantas nubes, abrir
un diamante, oscuro de nieve y de carbón?

¡Al pecho, joyel conquistador! Soy adalid.
La noche entera será mi armadura.
Puesto que soy negro, ni la noche me retiene.
Es de sombrío marfil mi figura.

El amor tiene signos y emblemas. La noche:
astros helados en heráldica pura.
Mueve un navío el hálito del espacio.
Azul, soy abismo, y el abismo me sustenta.
Ha de ser negro este azul. Y mañana,
oscuro de abismo, como herramienta madura
-luz en las vides, agüero de muerte-
tomaré a mi cargo el oscuro imperio del amor.

Autor: Pere Gimferrer
Traducción: José Agustín Goytisolo

sábado, 26 de abril de 2008

Soneto gongorino... - Federico García Lorca

(Pablo Ruíz Picasso, La Paloma, 1949)


SONETO GONGORINO EN EL QUE EL POETA MANDA A SU AMOR UNA PALOMA


Este pichón del Turia que te mando,
de dulces ojos y de blanca pluma,
sobre laurel de Grecia vierte y suma
llama lenta de amor do estoy parando.

Su cándida virtud, su cuello blando,
en limo doble de caliente espuma,
con un temblor de escarcha, perla y bruma
la ausencia de tu boca está marcando.

Pasa la mano sobre su blancura
y verás qué nevada melodía
esparce en copos sobre tu hermosura.

Así mi corazón de noche y día,
preso en la cárcel del amor oscura,
llora sin verte su melancolía.


Autor: Federico García Lorca


Para la pesada de MÁngeles, como peaje para que me deje entrar en su blog…

jueves, 24 de abril de 2008

Nuevos poetas: TOROSALVAJE

(Carles Gabarró, Sin título (Colección Paisajes), 2002)


Mi amiga y asesora en temas “blogeriles”, MÁngeles, me recomendó que leyera las poesías de TOROSALVAJE; después de dar un paseo por el blog donde siembra sus poemas, he recogido un ramillete con algunas de las flores que han nacido de esa siembra que va realizando regularmente para inaugurar este nuevo capítulo dedicado a poetas anónimos, a esos poetas que todavía no son reconocidos públicamente pero que lo qué dicen y la forma cómo lo dicen me ha tocado de alguna manera.

En este país se podría decir que hay tantos poetas como habitantes, todos tenemos una vena literaria que nos da, en determinadas circunstancias, por ponernos a escribir en verso (yo tampoco me libro de ello y alguna que otra vez he hecho mis pinitos y he tratado componer algunos pseudos-poemas y pseudos-haikus, esto lo digo en voz queda ahora que no me oye nadie…). Las rimas libres nos permiten, además, no tener que complicarnos la vida con métricas y consonancias y cualquiera puede escribir un texto de una manera más o menos poética, utilizando con mayor o menor fortuna algunas metáforas u otras figuras retóricas. Otra cosa es que el fruto obtenido resulte medianamente legible y tenga la suficiente calidad para no considerarse algo más que un bodrio aderezado con unos cuantos ripios…

El criterio utilizado para la selección de los poemas en este nuevo apartado, será el mismo que estoy utilizando habitualmente en el blog, escogeré poemas que por cualquier razón, estética o de contenido, me digan alguna cosa. No me siento capacitada para juzgar si la poesía de tal o cual persona es de calidad, nada está más lejos de mi intención, simplemente me guiaré por mi intuición y por las emociones que la lectura de la misma me produzcan. Es mi deseo que quien entre a leerlos sienta unas emociones parecidas y disfrute con la lectura de lo que se vaya encontrando por aquí.


POESÍA
Necesito como el aire
la poesía que me aleja
del destino tatuado
la que me arranca
del molde para todo
de la alegría fingida
de los coros infames
de la vida etiquetada
necesito la poesía
para respirar cada día.


MIS PENAS
Mis penas son mudas
viven en mis ojos
allí nacen y mueren
en silencio resignado
después las entierro
húmedas y saladas
junto a sus hermanas
en mi nicho llorado
y así pena tras pena
me voy yendo despacio
de todo lo que yo quise
de todo lo que fue en vano.


CASI CIEGO
Tengo mil madrugadas
derramándose en mis ojos
una luna en la mirada
que rescatar no puedo
una campana de tinieblas
repicando en silencio
y un jardín de sombras
donde paseo casi ciego.


TU PIEL
Como un amanecer perpetuo
germinando de luz el ocaso
tu piel es caricia plateada
tu piel es deseo dorado
tu piel es pasión irisada
para mis enamoradas manos.

miércoles, 23 de abril de 2008

La oración de la rosa - Dulce María Loynaz

(Salvador Dalí, Rosa meditativa, 1958)


LA ORACIÓN DE LA ROSA

Padre nuestro que estás en la tierra; en la fuerte
y hermosa tierra;
en la tierra buena:

Santificado sea el nombre tuyo
que nadie sabe; que en ninguna forma
se atrevió a pronunciar este silencio
pequeño y delicado…, este
silencio que en el mundo
somos nosotras
las rosas…

Venga también a nos, las pequeñitas
y dulces flores de la tierra,
el tu Reino prometido…

Hágase tu voluntad, aunque ella
sea que nuestra vida sólo dure
lo que dura una tarde…

El sol nuestro de cada día, dánoslo
para el único día nuestro…

Perdona nuestras deudas
-la de la espina,
la del perfume cada vez más débil,
la de la miel que no alcanzó
para la sed de dos abejas…-,
así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores los hombre,
que nos cortan, nos venden y nos llevan
a sus mentiras fúnebres,
a sus torpes o insulsas fiestas…

No nos dejes caer
nunca en la tentación de desear
la palabra vacía -¡el cascabel
de palabras!...-
ni el moverse de pies
apresurados,
ni el corazón oscuro de
los animales que se pudre…
Mas líbranos de todo mal.
Amén.

Autora: Dulce María Loynaz

martes, 22 de abril de 2008

Un hombre y una mujer - Juan Gelman

(Óscar Capristo, Abrazo)



UNA MUJER Y UN HOMBRE

Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.


Autor: Juan Gelman


Juan Gelman ha sido el ganador de la edición de este año del Premio Cervantes.

lunes, 21 de abril de 2008

La tristeza - Susana March

(Fernando Botero, Mujer llorando, 1999)


LA TRISTEZA

No es el dolor de los amores incumplidos
ni los ideales deshechos.
No es tan siquiera la melancolía
de envejecer.
Es algo más tremendo y más grande,
algo que crece dentro de mÍ,
tal vez en el tuétano de los huesos
y que, acaso, se llame vida.
Porque vivir es triste:
vivir es una daga que se lleva clavada en la sangre.
Me duele abrir los ojos todas las mañanas
y encararme con las cosas que conozco y no entiendo.

Me duele dormirme todas las noches
y no haberme respondido a nada.
¡Porque nada tiene respuesta!
He dado un hijo al mundo
y este hijo me pesa en la conciencia,
porque lo he creado para la muerte y el dolor.
Sus jóvenes miembros perecerán un día,
se secará su risa
como las viejas fuentes de la montaña.
¡Un cuerpo tan hermoso, un corazón tan puro!

No puedo sentir conformidad.
Hay en mi corazón un rebelde brote que me aflige.
¡Llámense dichosos ellos! Yo no.
Cuando hundo el rostro entre las manos,
no lloro por un dolor concreto.
La voz humana no podrá consolarme jamás
porque ignora la palabra justa.
Tal vez Dios la pronunciará algún día. Dirá:
"Levántate".
Y yo ascenderé hasta el límite del hombre,
más allá de sus pasiones sencillas y bárbaras.
Ascenderé hasta el ángel y la estrella,
hasta la celeste sandalia del Creador.
Y sentiré en mi pecho la resurrección
de los antiguos privilegios humanos;
el privilegio de la ternura y de la paz,
de la piedad y de la alegría.
Porque yo sólo he contemplado en torno mío
odios y guerras fratricidas,
hipócritas mendigos que cubren sus harapos
con regios mantos de virtud,
niños hambrientos y descalzos,
prostitutas;
hombres enriquecidos en criminal comercio,
¡miseria en todas partes!
siglo amargo mi siglo para gozar del mundo,
amar la primavera,
vestir los blancos ropajes de la felicidad.
¡Un luto eterno bajo la piel!
Un luto eterno
para los que murieron torturados
en las guerras,
para los que perdieron sus hijos y su hogar,
para los desterrados y los tristes
que todavía no han hallado el camino del regreso.


Autora: Susana March

viernes, 18 de abril de 2008

Amor mío, mi amor, amor hallado... - Jaime Sabines

(Diego Rivera, Desnudo con alcatraces, 1944)


AMOR MÍO, MI AMOR, AMOR HALLADO...

Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.

Te lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.

Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.

Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.

Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,
voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.

Autor: Jaime Sabines

jueves, 17 de abril de 2008

Poema XII, Luís Cernuda

(Henri Rousseau, La musa inspira al poeta, 1909)


XII

No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.

Inocencia primera
abolida en deseo.
Olvido de sí mismo en otro olvido,
ramas entrelazadas,
¿por qué vivir si desaparecéis un día?

Sólo vive quien mira
siempre ante sí los ojos de su aurora,
sólo vive quien besa
aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

Fantasmas de la pena
a lo lejos, los otros,
los que ese amor perdieron,
como un recuerdo en sueños,
recorriendo las tumbas
otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen,
muertos en pie, vidas tras de la piedra,
golpeando impotencia,
arañando la sombra
con inútil ternura.

No, no es el amor quien muere.

Autor: Luís Cernuda
De “Donde habite el olvido” (1932-33)

miércoles, 16 de abril de 2008

Tot enyor de demà - Joan Salvat Papasseit

(Salvador Dalí, Cesta de pan)


TOT ENYOR DE DEMÀ

Ara que estic al llit
malalt,
estic força content.
--Demà m’aixecaré.........potser,
i heus aquí el que m’esperà:

Unes places lluentes de claror,
i unes tanques amb flors
sota el sol,
sota la lluna al vespre;
i la noia que porta la llet
que té un capet lleuger
i duu un devantalet
amb unes vores fetes amb puntes de coixí,
i una rialla fresca.

I encara aquell vailet que cridarà el diari,
I qui puja als tramvies
i els baixa
tot corrent.

I el carter
que si passa i no em deixa cap lletra m’angoixa
perquè no sé el secret
de les altres que porta.

I també l’aeroplà
que em farà aixecar el cap
el mateix que em cridés una veu al terrat.

I les dones del barri
matineres
qui travessen de pressa en direcció al mercat
amb sengles cistells grocs,
i retornen
que sobreïxen les cols,
i a vegades la carn,
i d’un altre cireres vermelles.

I desprès l’adroguer,
Que treu la torradora del cafè
i comença a rodar la maneta
i qui crida a les noies
i els hi diu: --Ja ho té tot?

I les noies somriuen
amb un somriure clar,
que és el baume que surt de l’esfera que ell volta.

I tota la quitxalla del veïnat
qui mourà tanta fressa perquè serà dijous
i no anirà a l’escola.

I els cavalls assenyats
i els carreters adormits
sota la vela en punxa
que dansa en el seguit de les roderes.

I el vi que de tants dies no he begut.

I el pa,
posat a taula.
I l’escudella rossa,
fumejant.

Tot això bé m’espera
si m’aixeco
demà.

Si no em puc aixecar
mai més,
heus aquí el que m’espera:

--Vosaltres restareu,
per veure el bo que és tot:
i la Vida
i la Mort.
Autor: Joan Salvat Papasseit


TODA LA NOSTALGIA DE MAÑANA

Ahora que estoy en cama
enfermo,
me noto muy contento.
--Mañana me levantaré quizás
y he aquí lo que me espera:

Unas plazas brillantes de luz,
y unas cercas con flores
bajo el sol,
bajo la luna, al ocaso;
y la chica que trae la leche
de cabecita loca
con su delantalito
de bordes rematados por encajes,
y con su risa fresca.

Y además aquel chico que voceará el diario,
que sube a los tranvías
y que los baja
en marcha

Y el cartero
que me angustia si pasa sin dejarme una carta
porque no sé el secreto
de las otras que lleva.

Y también el avión
que hará alzar mi cabeza
tal si desde un terrado me llamara una voz.

Y las mujeres del barrio
Madrugadoras,
que cruzan muy deprisa camino del mercado
con sus cestos pajizos
y vuelven
rebosantes de coles,
algunas veces carne,
y en otro, rojas cerezas.

Y después el tendero
que saca la tostadora de café
y empieza a darle vueltas al manubrio,
y que llama a las chicas
y les dice: --¿Ya lo tiene todo?

Y las chicas sonríen
son la clara sonrisa,
que es el olor que sale de la esfera que él mueve.

Y todos los niños de mi vecindario
que armarán mucho ruido porque ya será jueves
y no irán a la escuela.

Y los caballos dóciles
y los carreteros dormidos
bajo la lona en punta
que danza al recorrer las roderas.

Y el vino que hace días no he bebido

Y el pan,
puesto en la mesa.
Y el cocido rubio,
humeante.

Y vosotros amigos,
porque vendréis a verme
y nos miraremos, felices.

Todo eso me espera
si me levanto
mañana.

Si no me puedo levantar
nunca más,
he aquí lo que me espera:

--Vosotros quedaréis,
Para ver que todo es excelente;
y la Vida
y la Muerte.
Traducción: José Agustín Goytisolo

martes, 15 de abril de 2008

Nos encontramos y nos unimos... - Rabindranath Tagore

(Ana Graciela Fassi, Mujer y las Gaviotas)


"Nos encontramos y nos unimos
como las gaviotas y las olas.
Las gaviotas parten volando,
las olas siguen su camino
y también todos
tendremos que partir un día."
Autor: Rabindranath Tagore


M.J.O.M. in memoriam, 1961-2004

lunes, 14 de abril de 2008

Vientos del pueblo - Miguel Hernández

(Joan Miró, Aidez l'Espagne (El campesino catalán), 1937)

Hoy, 14 de abril, el poema no podía ser nada más que de Miguel Hernández, este “Vientos del Pueblo” que tantas veces me ha emocionado (hoy, al releerlo para traerlo aquí, una vez más). Y, a parte de por ser el día que es, en estos tiempos en que se empeñan en dividirnos todavía más en base a nacionalismos mal entendidos, pienso que este poema sigue teniendo una vigencia total…


VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.

Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia, ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.


Autor: Miguel Hernández
De: Viento del pueblo (1936-1937)

domingo, 13 de abril de 2008

El puente de las tetas - Rafael Alberti


´

(Tintoretto, La mujer que descubre el seno, 1570)




MÁngeles se ha quejado hoy, con toda la razón del mundo, de la ausencia en estas páginas del poeta gaditano Rafael Alberti. Son todavía muchos los poetas que faltan, muchos más que los que están, muchos son también los días que quedan para ir coleccionando poemas en este álbum tan especial y, espero, ir añadiendo nuevos nombres, aunque, como siempre, es imposible que lleguen a estar todos los que son.

Así pues, en este domingo republicano, quede aquí el poema que MÁngeles nos ha regalado para compensar la ausencia, que no el olvido…




EL PUENTE DE LAS TETAS
(RECORDANDO DESDE ROMA)

Por el puente de las tetas
se asoman las venecianas.
Eran tetas, no manzanas,
las del puente de las tetas.

Bajo el puente de las tetas
yo miraba en la corriente
temblar las tetas del puente
de las tetas.

Sobre el puente de las tetas
las tetas ennochecían
y se desaparecían
por el puente de las tetas.

Sin el puente de las tetas
dormí y soñé dulcemente
que dormía sobre el puente
de las tetas.



Autor: Rafael Albertí


(Venecia, Ponte delle Tette)